Durante las últimas semanas varias personas me han hecho la misma pregunta debido a situaciones de catástrofes naturales en Guatemala, tiroteos en USA, la situación de ISIS en medio oriente, los emigrantes Turcos en Europa y hoy con la noticia del mayor huracán registrado en la historia de México. Estas preguntas son realizadas por algunos con una sincera intención de entenderlo, otros simplemente de forma burlona y sarcástica sabiendo que no sólo soy un cristiano, sino también un pastor. Para este segundo grupo, el uso de esta pregunta pareciera ser como la bandera que argumenta su incredulidad, pero en la mayoría de casos realmente no es incredulidad en Dios, sino, una decepción profunda en relación a la religión institucionalizada. Esto es como querer culpar al papá porque su hijo de 30 años cometió un crimen, pero argumentando que el papá no existe. Sabemos pues, que el ateísmo no es una respuesta coherente a esta pregunta por dos razones básicas:
1. Demanda una respuesta basada en una pregunta que incluye a alguien que dicen no existe.
2. Establece un orden de verdad basado en lo “bueno y lo malo”, que son conceptos según el ateísmo, subjetivos.
Dada esta pequeña premisa, quisiera de manera breve tratar de aclarar esta pregunta basándonos en una perspectiva cristiana y bíblica (triste que en estos tiempos tengamos que agregar la palabra “bíblica” después del adjetivo “cristiano”) a quienes honestamente luchan con esta duda y quienes sinceramente buscan una respuesta.
LA RAZÓN Y ESPERANZA DEL SUFRIMIENTO EN LA NARRATIVA BÍBLICA
Cuando vemos toda la historia de la humanidad desde la narrativa de la Biblia, vemos que el sufrimiento es lo que Dios dijo que sería este mundo sin Él.
La caída del Hombre Génesis 3:17 (NTV)
17 Y al hombre le dijo: «Dado que hiciste caso a tu esposa y comiste del fruto del árbol
del que te ordené que no comieras,la tierra es maldita por tu culpa.
Toda tu vida lucharás para poder vivir de ella.
El Diluvio Génesis 6:5-7 (NTV)
5 El Señor vio la magnitud de la maldad humana en la tierra y que todo lo que la gente pensaba o imaginaba era siempre y totalmente malo. 6 Entonces el Señorlamentó haber creado al ser humano y haberlo puesto sobre la tierra. Se le partió el corazón. 7 Entonces el Señor dijo: «Borraré de la faz de la tierra a esta raza humana que he creado.
Sodoma y Gomorra Génesis 18:23-32 (NTV)
23 Abraham se le acercó y dijo: —¿Destruirás tanto al justo como al malvado? 24 Supongamos que encuentras cincuenta personas justas en la ciudad, ¿aun así la destruirás y no la perdonarás por causa de los justos? 25 Seguro que tú no harías semejante cosa: destruir al justo junto con el malvado. ¡Pues estarías tratando al justo y al malvado exactamente de la misma manera! ¡Sin duda, tú no harías eso! ¿Acaso el Juez de toda la tierra no haría lo que es correcto? 26 Y el Señor contestó: —Si encuentro cincuenta personas justas en Sodoma, perdonaré a toda la ciudad por causa de ellos. 27 Entonces Abraham volvió a hablar: —Ya que he comenzado, permíteme decir algo más a mi Señor, aunque no soy más que polvo y cenizas. 28 Supongamos que hubiera solo cuarenta y cinco justos en vez de cincuenta. ¿Destruirás toda la ciudad aunque falten cinco? El Señor le dijo:—No la destruiré si encuentro cuarenta y cinco justos allí. 29 Entonces Abraham insistió en su petición:—¿Supongamos que hubiera solamente cuarenta? El Señor le contestó:—No la destruiré por causa de esos cuarenta. 30 —Por favor, no te enojes, mi Señor —rogó Abraham—. Permíteme seguir hablando. ¿Supongamos que se encontraran solamente treinta justos? El Señor le contestó: —No la destruiré si encuentro treinta. 31 Entonces Abraham dijo: —Dado que me he atrevido a hablar al Señor, permíteme continuar. ¿Supongamos que hay solamente veinte?El Señor le contestó: —Entonces no la destruiré por causa de esos veinte.32 Finalmente, Abraham dijo: —Señor, por favor, no te enojes conmigo si hablo una vez más. ¿Y si hubiera tan solo diez? Y el Señor contestó:—Entonces no la destruiré por causa de esos diez.
Vemos pues, como incluso en la historia de la destrucción de Sodoma y Gomorra el punto de Dios era que Abraham no iba a encontrar ni siquiera diez personas justas en la ciudad. También vemos esto replicado a lo largo de todo el Antiguo Testamento, en cómo Israel fue una nación rebelde y desobediente. Estas historias nos hacen ver las consecuencias fatales de un mundo que se aleja de Dios. Estas consecuencias las vemos a diario en un mundo caído, afectado y quebrantado por el pecado. Recordemos que la realidad es que si somos honestos, el sufrimiento en este mundo y las cosas que estamos viendo y hemos visto a través de toda la historia de la humanidad, no son causadas por Dios, son causadas por nosotros.
- No es Dios quien está traficando niños para ser esclavos sexuales
- No es Dios quien está abusando físicamente a sus esposos/as o sexualmente de niños y niñas
- No es Dios quien está matando niños indefensos en el vientre de su madre
- No es Dios quien está vendiendo drogas para hacerse rico a pesar de la muerte y corrupción que estas traen
- No es Dios quien está robando a diestra y siniestra en los gobiernos
- No es Dios quien está mintiéndole y engañando a su familia
- No es Dios quien está pidiendo que su palabra sea removida y destruida desde el inicio de la era cristiana
- No es Dios quien asesina, abusa, miente, roba, engaña, envidia, chismea, calumnia y odia
Santiago 4:1-3 (NTV)
4 ¿Qué es lo que causa las disputas y las peleas entre ustedes? ¿Acaso no surgen de los malos deseos que combaten en su interior? 2 Desean lo que no tienen, entonces traman y hasta matan para conseguirlo. Envidian lo que otros tienen, pero no pueden obtenerlo, por eso luchan y les hacen la guerra para quitárselo. Sin embargo, no tienen lo que desean porque no se lo piden a Dios.3 Aun cuando se lo piden, tampoco lo reciben porque lo piden con malas intenciones: desean solamente lo que les dará placer.
Mateo 15:16-20
16 —¿Todavía no lo entienden? —preguntó Jesús—. 17 Todo lo que comen pasa a través del estómago y luego termina en la cloaca, 18 pero las palabras que ustedes dicen provienen del corazón; eso es lo que los contamina. 19 Pues del corazón salen los malos pensamientos, el asesinato, el adulterio, toda inmoralidad sexual, el robo, la mentira y la calumnia. 20 Esas cosas son las que los contaminan. Comer sin lavarse las manos nunca los contaminará.
¡Dios no es el culpable, SOMOS NOSOTROS! El problema del sufrimiento entonces se llama Oscar. El sufrimiento es un reflejo de algo que nosotros mismos hemos hecho por nuestro pecado. Pero esto no es sólo una mala noticia porque del otro lado de la moneda está Jesús y la esperanza que tenemos en él, en el evangelio. Pablo en su carta a los Romanos lo explica, pero lo une con la esperanza que encontramos en el Evangelio, de que un día, Dios restaurará todas las cosas a como fueron diseñadas antes de la caída.
Romanos 8:21-22 (NTV)
18 Sin embargo, lo que ahora sufrimos no es nada comparado con la gloria que él nos revelará más adelante. 19 Pues toda la creación espera con anhelo el día futuro en que Dios revelará quiénes son verdaderamente sus hijos. 20 Contra su propia voluntad, toda la creación quedó sujeta a la maldición de Dios. Sin embargo, con gran esperanza, 21 la creación espera el día en que será liberada de la muerte y la descomposición, y se unirá a la gloria de los hijos de Dios.22 Pues sabemos que, hasta el día de hoy, toda la creación gime de angustia como si tuviera dolores de parto; 23 y los creyentes también gemimos —aunque tenemos al Espíritu Santo en nosotros como una muestra anticipada de la gloria futura— porque anhelamos que nuestro cuerpo sea liberado del pecado y el sufrimiento.
En mi primer año como papá de Alex, pude entender mucho mejor una faceta del dolor. Cuando Alex llora, la mayoría de veces es porque necesita algo. Tiene hambre, quiere jugar, está asustado o en algunos casos como el día de ayer, porque le dolía algo. Cuando no entendemos que el dolor y sufrimiento nos comunican que algo está mal, dejamos de pensar objetivamente respecto al porqué pasan las cosas. Al leer la Biblia entendemos que el sufrimiento es una muestra de que algo no está bien. Nuestra relación con Dios está quebrantada a causa de nuestro pecado, por ende, el sufrimiento debería indicarnos que eso que está mal, debemos de buscar arreglarlo. La única respuesta a ese problema, a esa situación y a esa mala noticia, es una buena noticia, la mejor noticia, la única que puede salvarnos y hacernos hijos de Dios y no enemigos de Él.
Colosenses 1:19-22 (NTV)
19 Pues a Dios, en toda su plenitud, le agradó vivir en Cristo, 20 y por medio de él, Dios reconcilió consigo
todas las cosas. Hizo la paz con todo lo que existe en el cielo y en la tierra, por medio de la sangre de Cristo en la cruz.
21 Eso los incluye a ustedes, que antes estaban lejos de Dios. Eran sus enemigos, separados de él por sus malos pensamientos y acciones; 22 pero ahora él los reconcilió consigo mediante la muerte de Cristo en su cuerpo físico. Como resultado, los ha trasladado a su propia presencia, y ahora ustedes son santos, libres de culpa y pueden presentarse delante de él sin ninguna falta.
Al entender esto, ahora podemos hacer mejor sentido de lo que uno de los versos bíblicos más conocidos y uno de mis grandes favoritos en el mundo realmente quiere decir:
Romanos 8:28-39 (NTV)
28 Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos. 29 Pues Dios conoció a los suyos de antemano y los eligió para que llegaran a ser como su Hijo, a fin de que su Hijo fuera el hijo mayor de muchos hermanos. 30 Después de haberlos elegido, Dios los llamó para que se acercaran a él; y una vez que los llamó, los puso en la relación correcta con él; y luego de ponerlos en la relación correcta con él, les dio su gloria.
31 ¿Qué podemos decir acerca de cosas tan maravillosas como estas? Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién podrá ponerse en nuestra contra? 32 Si Dios no se guardó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿no nos dará también todo lo demás? 33 ¿Quién se atreve a acusarnos a nosotros, a quienes Dios ha elegido para sí? Nadie, porque Dios mismo nos puso en la relación correcta con él. 34 Entonces, ¿quién nos condenará? Nadie, porque Cristo Jesús murió por nosotros y resucitó por nosotros, y está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios, e intercede por nosotros.
35 ¿Acaso hay algo que pueda separarnos del amor de Cristo? ¿Será que él ya no nos ama si tenemos problemas o aflicciones, si somos perseguidos o pasamos hambre o estamos en la miseria o en peligro o bajo amenaza de muerte? 36 (Como dicen las Escrituras: «Por tu causa nos matan cada día; nos tratan como a ovejas en el matadero». 37 Claro que no, a pesar de todas estas cosas, nuestra victoria es absoluta por medio de Cristo, quien nos amó.
38 Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de Dios. Ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios,ni nuestros temores de hoy ni nuestras preocupaciones de mañana. Ni siquiera los poderes del infierno pueden separarnos del amor de Dios. 39 Ningún poder en las alturas ni en las profundidades, de hecho, nada en toda la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios, que está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor.
¡Que esperanza la que tenemos de que siendo sus hijos, nuestra esperanza no está en esta tierra, y que ni siquiera la muerte a través de catástrofes, persecución y maldad, podrán separarnos de vivir con el eternamente y para siempre en donde no hay llanto, ni lagrimas, ni dolor, porque el pecado no existe!. A pesar de que vemos la realidad cruda del pecado en este mundo, podemos ver a lo largo de la narrativa bíblica también la esperanza en una realidad futura, un mejor mundo que no sólo será mejor que este mundo, sino será como fue al inicio de todas las cosas, perfecto.
Las cosas que vemos hoy están amarradas subsecuentemente a ese mismo inicio de todas las cosas, como un suéter. Un suéter en donde los primeros hombres vieron no sólo el material y el inicio de cómo Dios empezaba a tejer toda una historia de redención y restauración para la humanidad a través de la obra de Cristo en la cruz. Desastres naturales, enfermedades terminales, huracanes, tiroteos, persecución e injusticia fueron cosas que nunca estuvieron en el plan de Dios, pero el dio una esperanza a través de Cristo, de que veremos y tendremos una tierra y cielo nuevo, como al inicio de todas las cosas.
¿PERO SI PUEDE DETENERLO, PORQUE NO LO HACE?
Si entendimos qué es y porqué existe el sufrimiento según la narrativa bíblica, no podemos obviar esta pregunta tampoco. Una pregunta válida, honesta y compleja, pero “sencilla” de entender. Cuestionamientos profundos y duros, como ¿Porqué Dios no impidió que el asesino de mi hija de 4 años que jalara el gatillo? y no sólo eso, sino que permitió que alguien lo hiciera y lo vio todo y no trajo ningún tipo de juicio inmediato al asesino.
Recuerdo haber oído una vez al Dr. Ravi Zacharias explicando que el valor ético más grande que Dios pudo haber dado a la humanidad entera, es el amor. El amor es la máxima cumbre de la mayoría de filosofías o religiones. Este valor ético, pone un valor especial sobre el prójimo que le da dignidad de ser protegido.
El mencionó que Oscar Wilde en su lecho de muerte a los 40, le preguntó a su amada “¿Amabas realmente a estos niños por su propio bien?”. Oscar Wilde era un hedonista, y esta pregunta causó un impacto en su amada, quien contestó que no lo había hecho de esa forma. Luego Wilde pidió que llegara un ministro, y cuando este llegó, Oscar Wilde dijo:
[mk_blockquote style=”quote-style” font_family=”none” text_size=”12″ align=”left”]Sólo Cristo es capaz de limpiar este corazón y perdonarme por todo lo que hice[/mk_blockquote]
Incluso un hedonista como Oscar Wilde reconoció que por encima de cualquier placer, el amor y valor es la ética mayor. El amor como ética mayor de una sociedad está basado en la libertad. Una libertad que también es dada por Dios a la humanidad, pero que está empañada por el pecado en nuestro corazón. Dios no quiere que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos y que le amemos a el por encima de todas las cosas, de manera forzada. Quiere que lo hagamos bajo el entendimiento de quienes somos nosotros, entendiendo lo que somos capaces de hacer y redimiendo eso a través de la cruz de Cristo y el Evangelio. Si Dios detiene en todos los casos a los asesinos, entonces realmente SI seríamos robots que obedecen sin amor y sin entendimiento. En un ejemplo menos trágico pero igual de válido, piensen ¿Qué pasaría si cada vez que yo tomo un vaso de agua para calentarlo en el micro, Dios automáticamente me lo calienta sin necesidad que use el micro?, eso sería vivir una vida como robots, sin amor.
Cuando pienso en las personas y especialmente en los niños que mueren de esta forma, pienso que Dios realmente los está salvando de vivir en un mundo como el nuestro. Cuando pienso en familiares y amigos que han muerto a manos del cáncer, realmente pienso que Dios las sanó por completo y ahora están con Él y no sufriendo más. ¡Esa es la esperanza que el Evangelio nos da a través de las escrituras!. Una esperanza que nos muestra el mayor amor que ha existido y existirá. Un amor que nos regenera, nos atrae, nos convierte y nos abre los ojos para poder caminar con Él, vivir en Él, y actuar para Él y su gloria. Si nosotros hemos conocido ese amor, todo lo que hacemos debe ser por Él y para Él, por eso creemos que el Evangelio es la única respuesta a un mundo caído y lleno de pecado y sufrimiento, porque el no nos mandó a jalar gatillos, nos mandó a amar, perdonar, dar gracia y misericordia, como él lo hizo con nosotros.
Publicado originalmente en http://iglesiareforma.org/porque-dios-permite-tanto-sufrimiento. Usado con permiso del autor.