Fiel, veraz y justox
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Al acercarnos al tercer capítulo de Romanos, debemos tener en cuenta que describe bien la condición de los judíos a quienes Pablo acaba de dirigirse.
Los judíos se imaginaron a sí mismos revestidos de una justicia que en realidad no existía. Fueron engañados por una confianza religiosa engañosa.
Así que Pablo, como el niño, los despojó de sus vestiduras de engaño. Creían que por poseer la Palabra de Dios estaban a salvo, aunque no la obedecían, ni la practicaban. Pero Pablo los desnudó, demostrando que tener la Palabra de Dios no es garantía de vida. Pablo también les quitó la confianza en la circuncisión, mostrando que su religión no los salvaría.
Al desnudar a sus compañeros judíos, también nos desnuda a nosotros, despojándonos de nuestra engañosa confianza en tener la Palabra de Dios, tener prácticas religiosas “correctas”, pero no estar viviendo a la altura de los privilegios que tenemos.
Principalmente si no obedecemos la Palabra de Dios y el evangelio de Cristo.
La fidelidad, veracidad y justicia de Dios los debe impulsar a vivir vidas que le corresponden en fe y obediencia atesorando y amando la Palabra que les ha confiado y el bendito evangelio de Jesucristo que los ha salvado.
—Romanos 3.1-8; NBLA:
“1¿Cuál es, entonces, la ventaja del judío? ¿O cuál el beneficio de la circuncisión? 2Grande, en todo sentido. En primer lugar, porque a ellos les han sido confiados los oráculos de Dios. 3Entonces ¿qué? Si algunos fueron infieles, ¿acaso su infidelidad anulará la fidelidad de Dios? 4¡De ningún modo! Antes bien, sea hallado Dios veraz, aunque todo hombre sea hallado mentiroso; como está escrito: «Para que seas justificado EN tus palabras, Y venzas cuando seas juzgado». 5Pero si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Acaso es injusto el Dios que expresa Su ira? Hablo en términos humanos. 6¡De ningún modo! Pues de otra manera, ¿cómo juzgaría Dios al mundo? 7Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para Su gloria, ¿por qué también soy yo aún juzgado como pecador? 8¿Y por qué no decir, como se nos calumnia, y como algunos afirman que nosotros decimos: Hagamos el mal para que venga el bien? La condenación de los tales es justa.”