Justicia para todos
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Desde la caída de Adán y hasta la existencia de la humanidad en esta tierra, los hombres huyen voluntariamente del conocimiento de Dios Y harán todo lo que este en sus manos con tal de huir de Él. Aborrecen y escapan de la verdad, pues la verdad trae a luz sus malas obras.
En génesis vemos el primer ejemplo del hombre huyendo de Dios: —Genesis 3:8, RVC: “8El hombre y su mujer oyeron la voz de Dios el Señor, que iba y venía por el huerto, con el viento del día; entonces corrieron a esconderse entre los árboles del huerto, para huir de la presencia de Dios el Señor.”
Sin embargo, las escrituras declaran que nadie podrá esconderse o huir de la omnipresencia de Dios y nadie puede evitar tener conocimiento acerca de Él. El apóstol Pablo hoy nos enseña que tanto aquellos que tienen conocimiento de la ley de Dios y aquellos que no lo tienen, serán juzgados por Dios a través de Jesucristo. Hoy ustedes son llamados a ser reverentes en escuchar la proclamación de la palabra de Dios y a ser responsables en ser prontos en obedecerla en sus vidas para que a través de ello Dios sea glorificado en Uds.
—Romanos 2.12-16; NBLA:
“12Así que todos los que han pecado sin haber tenido la ley, perecerán sin la ley, y todos los que han pecado bajo la ley, serán juzgados por la ley. 13Porque Dios no considera justos a los que simplemente oyen la ley sino a los que la obedecen. 14Porque cuando los paganos, que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que la ley demanda, son ley para sí mismos, aunque no tengan la ley; 15y de esa manera demuestran que llevan la ley escrita en su corazón, pues su propia conciencia da testimonio, y sus propios razonamientos los acusarán o defenderán 16en el día en que Dios juzgará por medio de Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.”